martes, 13 de marzo de 2012

Tócame y mira

Llevaban tiempo escribiéndose entre amigos, contándose sus vidas rutinarias cansadas de esperar algo nuevo que nunca sucediera. Se veían por la webcam pero nunca pasaba algo mas que de unas sonrisas tímidas. Un día ella cansada de tanta tensión sexual decidió dar un paso mas a aquellas sonrisas, ese día se vistió para la ocasión. Escondida tras una blusa se hallaba un sujetador negro de encaje y si mirabas más abajo, encontrabas el tanga a conjunto. Cuando pusieron la cam, ella solo le puso, -mira lo que tengo para ti. y acto seguido empezó a desnudarse despacio. Empezó desabrochándose lentamente cada botón de esa blusa azul de seda que tenia. Él miraba sin creérselo, deseaba que llegara aquel momento pero a la vez nunca se lo había imaginado. Cuando se dejo ver semidesnuda, sonrió mas de la cuenta al ver esa cara de admiración y gusto. Siguió bajándose los tirantes del sujetado terminando la tareas desabrochándose mientras se tocaba un pecho... Acariciaba sus pezones con los dedos y estos respondían como si dijeran que les gustaba. Él miraba atónito la situación porque dudaba en tocarse, lo deseaba pero tenia sus dudas... Pero lo hizo, y se enfoco. Mientras el iba tocándose poco a poco, ella bajaba sus manos por la cintura, deslizándose hasta su tanga. Sus dedos vacilaron un poco al bajarlo, quería jugar un poco antes de quitárselo. Al quitárselo sintió una excitación y emoción que necesitaba desde hace tiempo. Se coloco en la cama tumbada enfrente de la cámara, de tal manera que se la podía aprecia entera. De la nada saco un consolador simple, largo y plateado. Empezó a lamerlo, su lengua iba de arriba a abajo recorriéndolo entero. No tardo mucho en parar e ir bajando, acariciando todo su cuerpo con él hasta llegar a su vientre, donde tanteo un poco la zona hasta continuar mas abajo. Cuando llego a su sexo no dudo en penetrarselo, moviendolo de dentro a fuera. Cambiaba de velocidad, a veces iba despacio dejando ver su rostro, cada gesto, cada movimiento que hacían sus músculos. Cuando iba rápido visionaba la cámara en su ser. Él no daba crédito a lo que veía, le gustaba tanto esa situación que no quería que se acabara. Seguía masturbándose, paraba de vez en cuando para no correrse pronto pero ya no podía mas. Cuando él cogió un kleenex ella instantáneamente se saco el consolador y empezó a lamerlo de nuevo como si de una felación se tratase. Eso le puso mas a él y no tardo en correrse. Al terminar de limpiarse, ella solo le puso -Mañana tengo otro regalo para ti. Pero lo que pasó al día siguiente ya se contara en otro momento...

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